Rafaella Dabdoub y Camilo Rivera
Hoy en día, es bien conocido que las redes sociales nos observan, escuchan y conocen más de lo que imaginamos. Pero, ¿qué se esconde detrás de este vasto mundo digital donde nuestros datos se interconectan, reciben y almacenan? ¿Qué hay detrás de lo que no vemos?
Para responder a estas preguntas, entrevistamos al psicólogo Daniel Limpias, quien nos proporcionó una visión detallada sobre el tema. En lugar de limitarse a los conceptos comunes de que «las redes sociales son adictivas» o «el internet es peligroso», el objetivo de este artículo es profundizar en cómo los servicios en internet controlan la forma en que consumimos, actuamos y pensamos. Examinaremos cómo estos servicios utilizan técnicas sofisticadas para manipular nuestra interacción con la tecnología.
¿Enseñanza o adiestramiento?.–
En general, el acceso gratuito a múltiples beneficios tecnológicos implica que, sin darnos cuenta, pagamos con nuestra información personal. Según el psicólogo Daniel Limpias, este sistema tecnológico surgió de métodos diseñados para proporcionar recursos a la población, lo que incluye entender cómo estimular y motivar a las personas para que actúen según los intereses de las empresas. Aunque estos métodos de enseñanza pueden ser usados para fines positivos, también se emplean para manipular y adiestrar a las personas, transformándonos en consumidores más efectivos.
¿Por qué nos resulta tan adictivo el internet?.–
Es cada vez más difícil resistir la gran cantidad de estímulos psicológicos que ofrece el internet. La adicción a los servicios en línea ha aumentado significativamente, especialmente en las plataformas de entretenimiento, donde las personas, sobre todo los jóvenes que tienen más tiempo libre, pasan más tiempo. Para lograr esto, las plataformas recopilan nuestra información para ofrecer contenido personalizado que nos mantiene más tiempo en sus sitios y refuerza nuestra adicción. Esto es más efectivo por los reels o videos cortos de estas aplicaciones.
Algoritmos y más.–
Como se ha mencionado, las empresas necesitan nuestros datos para mantenernos enganchados a su contenido y convertirnos en compradores de sus productos. Los algoritmos en las redes sociales son sistemas matemáticos que determinan qué contenido mostrar a los usuarios y en qué orden, con el fin de personalizar la experiencia, maximizar el compromiso y mantenernos en la plataforma el mayor tiempo posible. Además, estos algoritmos también se utilizan para mostrarnos anuncios específicos. Por ejemplo, si pasamos más tiempo en una propaganda, el algoritmo nos mostrará más anuncios similares, aumentando así la probabilidad de que realicemos una compra.
¿Compradores o comprados?.–
Las empresas usan varios métodos para vendernos productos, y uno de ellos es a través de la información que los teléfonos recogen. Estos dispositivos pueden escuchar nuestras conversaciones y usar esa información para mostrar anuncios dirigidos. En efecto, nuestra información personal se subasta entre empresas que pujan por el derecho a publicitar sus productos. Por ejemplo, si alguien menciona repetidamente «15 años», «viaje» y «bajos precios», esta información se vende a agencias de viajes que pagan por el acceso a esos datos para aumentar sus posibilidades de vender un viaje. Por lo tanto, es importante ser consciente de qué información compartimos con nuestros teléfonos para proteger nuestra privacidad.
¨Una vez subes algo a internet deja de ser tuyo y cualquiera que lo vea puede hacer lo que quiera con eso¨ (Limpias, 2024)
Notas de autores: Como escritores de este artículo queremos especificar que esto es educativo, especialmente para que sepan cuidarse de los peligros no conocidos del internet, pues todo esto sigue siendo peligroso según quien lo maneje.